Mi biograía
¡Hola!
Estamos en 2040 y ahora, voy a contarte mi historia, ¿vale?
Muy bien, nací en “Belo Horizonte City” el primero de julio de 1974 y mi nombre fue elegido de forma curisosa, pues mis padres decidieron que me llamaría Pedro Ivo y mi abuela, sin saber de eso, les dijo que me llamasen Pedro Ivo. Así, la decisión fue reforzada y este es mi nombre.
En mi infancia, conoci muchas personas, a peser de ser muy tímido, y muchos de mis amigos crecieron commigo. Estudiamos juntos hasta la adolecencia, cuando cambié de escuela y conocí otras personas, también interesantes, pero hoy, tantos años después de esas cosas, ya no tengo contacto con casi ninguno de los viejos amigos, sea de la infancia o de la adolecencia. Es el precio que pagamos por habermos crecido.
Hasta los trece años, fui considerado un alumno ejemplar, por tener una conducta muy tranquila, pero a partir de los trece, las cosas cambiaron, pues empecé a vivir una fase de rebeldía, sin querer estudiar y queriendo solo hacer cosas que me divertiesen, incluso en la clase, y los profesores cambiaron su concepto acerca de mí y desearon que saliese de la escuela.
Después de dos años difíciles, comencé a reflexionar sobre mi vida y entendí que necesitaba volver a las primeras obras, pero no totalmente. Era necesario volver a estudiar con ganas y no hacer tanta desorden en los lugares, incluso en la clase.
Recuperar la buena imagen no fue fácil, pero hoy sé que las personas me han visto con buenos ojos.
Después de aprender algunas lecciones de vida, he cambiado muchas cosas, como conceptos, valores y, hábitos; lo que ha hecho en mí cambios en mi conducta y así he tentado ser siempre hoy, mejor que ayer y si llegar vivo a 2050, así continuaré.
Muy bien, nací en “Belo Horizonte City” el primero de julio de 1974 y mi nombre fue elegido de forma curisosa, pues mis padres decidieron que me llamaría Pedro Ivo y mi abuela, sin saber de eso, les dijo que me llamasen Pedro Ivo. Así, la decisión fue reforzada y este es mi nombre.
En mi infancia, conoci muchas personas, a peser de ser muy tímido, y muchos de mis amigos crecieron commigo. Estudiamos juntos hasta la adolecencia, cuando cambié de escuela y conocí otras personas, también interesantes, pero hoy, tantos años después de esas cosas, ya no tengo contacto con casi ninguno de los viejos amigos, sea de la infancia o de la adolecencia. Es el precio que pagamos por habermos crecido.
Hasta los trece años, fui considerado un alumno ejemplar, por tener una conducta muy tranquila, pero a partir de los trece, las cosas cambiaron, pues empecé a vivir una fase de rebeldía, sin querer estudiar y queriendo solo hacer cosas que me divertiesen, incluso en la clase, y los profesores cambiaron su concepto acerca de mí y desearon que saliese de la escuela.
Después de dos años difíciles, comencé a reflexionar sobre mi vida y entendí que necesitaba volver a las primeras obras, pero no totalmente. Era necesario volver a estudiar con ganas y no hacer tanta desorden en los lugares, incluso en la clase.
Recuperar la buena imagen no fue fácil, pero hoy sé que las personas me han visto con buenos ojos.
Después de aprender algunas lecciones de vida, he cambiado muchas cosas, como conceptos, valores y, hábitos; lo que ha hecho en mí cambios en mi conducta y así he tentado ser siempre hoy, mejor que ayer y si llegar vivo a 2050, así continuaré.
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